La planificación o
planeación financiera personal es el proceso a través del cual una persona analiza su situación financiera, establece sus objetivos financieros, y formula los planes que le permitan alcanzar dichos objetivos.
A través de la planificación financiera logramos un mejor manejo de nuestras finanzas personales, y una mejora en nuestra situación económica.
Veamos a continuación cuáles son los pasos que conforman el proceso de la planificación financiera personal:
1. Conocer situación financiera
El primer paso para realizar una planificación financiera personal consiste en conocer nuestra situación financiera.
Para ello, lo ideal es que recurramos al uso de dos herramientas: el estado de resultados personal y el balance personal.
En el estado de resultados personal detallamos nuestros ingresos (sueldos, negocios, inversiones, etc.), nuestros gastos (alimentación, educación, servicios, etc.), y el beneficio o pérdida (ingresos menos gastos) que hemos obtenido en un mes, seis meses, o un año.
Mientras que en el balance personal detallamos nuestros activos (cuentas bancarias, inversiones, inmuebles, etc.), nuestros pasivos o deudas (tarjetas de crédito, préstamos personales, hipoteca, etc.), y nuestro patrimonio (activos menos pasivos).
2. Analizar situación financiera
Con la información que hemos obtenido a través de nuestro estado de resultados personal y nuestro balance personal, pasamos a analizar nuestra situación financiera.
Por ejemplo, en nuestro estado de resultados personal, podríamos observar que no estamos generando suficientes ingresos (por ejemplo, no contamos con suficientes fuentes de ingresos), o que estamos gastando innecesariamente en algunas partidas (por ejemplo, en la partida “recreación”).
Mientras que en nuestro balance personal podríamos observar que contamos con pocos activos conformados por inversiones, o que contamos con demasiados pasivos conformados por deudas de consumo (por las cuales, a su vez, estamos pagando demasiados intereses).
3. Establecer objetivos financieros
En base al análisis que hemos realizado a nuestra situación financiera, pasamos a establecer nuestros objetivos financieros.
En primer lugar procedemos a establecer nuestros objetivos generales (los cuales nos servirán de guía para establecer los objetivos específicos); algunos ejemplos:
- aumentar fuentes de ingresos.
- reducir gastos mensuales.
- adquirir mayores inversiones.
- disminuir deudas.
Y luego, en base a nuestros objetivos generales, pasamos a establecer nuestros objetivos específicos (los cuales, entre otras cosas, nos permitirán medir nuestros progresos); algunos ejemplos:
- tener ingresos mensuales de 5 000 para el siguiente año.
- reducir gastos mensuales en un 30% para el próximo mes.
- invertir en un negocio antes de finalizar el año.
- cancelar el total de deudas para el segundo trimestre del año.
4. Diseñar planes de acción
Una vez que hemos establecido nuestros objetivos financieros, el siguiente paso consiste en diseñar los planes que nos permitirán alcanzar dicho objetivos.
Por ejemplo, para aumentar nuestros ingresos, podríamos establecer como planes solicitar un aumento de suelo, buscar un nuevo empleo, aumentar las ventas de nuestro negocio, invertir en la bolsa de valores, etc.
Para reducir nuestros gastos, podríamos establecer como planes cancelar la suscripción a revistas que no solemos leer, dejar de comprar cafés o cigarrillos, comer más seguido en casa, etc.
Para invertir en un negocio antes de finalizar el año, podríamos establecer como planes conseguir financiamiento, hacer los contactos necesarios, buscar un socio, buscar un local comercial, etc.
Para cancelar nuestras deudas, podríamos establecer como planes cortar nuestras tarjetas de crédito, consolidar todas nuestras deudas, destinar un porcentaje de nuestros ingresos para la cancelación de las deudas, etc.
5. Elaborar presupuesto personal
Una vez diseñado nuestros planes de acción, el último paso en el proceso de la planificación financiera personal, consiste en elaborar un presupuesto personal.
En nuestro presupuesto personal detallamos los ingresos de dinero (sueldos, negocios, inversiones, etc.), los egresos de dinero (alimentación, educación, servicios, etc.), y el saldo (ingresos menos egresos) que esperamos tener para los siguientes meses del año; en base a nuestra situación financiera, y nuestros planes de acción.
Por ejemplo, si anteriormente teníamos gastos de 3 000 en alimentación, y uno de nuestros planes implica comer más seguido en casa, entonces nuestro presupuesto para la partida “alimentación” podría reducirse a 2 000.
Y, finalmente, para una mejor planificación financiera personal, además del presupuesto personal, podríamos también elaborar un estado de resultados personal proyectado, y un balance personal proyectado, es decir, un estado de resultados y un balance tal como proyectamos que serían para una fecha futura.
FUENTE crece negocios